Unidos para hacer el bien, nos invita a mirar hacia adelante con esperanza y acción colectiva. Nos recuerda que la verdadera transformación ocurre cuando dejamos de lado lo individual y abrazamos el poder del trabajo conjunto.
Como expresa la canción, “somos manos que construyen, puentes nuevos de amistad”. Cada gesto, cada proyecto, cada alianza, es una oportunidad para acercarnos a un mundo más justo, más humano y más solidario.
Este llamado a la unidad no es solo un ideal: es una forma de vivir Rotary. Porque cuando nos unimos en el servicio, la amistad se fortalece, el impacto se multiplica y la esperanza se vuelve realidad. Unidos, somos parte de algo superior. Unidos, moldeamos un mundo mejor.